LA REVOLUCIÓN EN SÍ Y EN SOL

LA REVOLUCIÓN UNIVERSAL DE LA UNIVERSIDAD DE TRAPISONDA.

(Curso metódico sobre lo errados que vamos en la cosa de evoluciones y revoluciones, a cargo del Cátedro Amancio, Rector de la Facultad de Política Circular Aplicada.)

-Mientras el buen Arcadio os distribuye unas fotos sobre la Revolución en sí, dejad que aplace un poco más el asunto del que va a tratar nuestra lección de hoy. Decid "jo", bien marcada la jota. En la introducción agrícola que se os proporcionó, se insistió mucho en que no seríais capaces de adivinar por dónde saldría este buen Cátedro que se apostaba el prestigio profesional en ello. Era, lo confieso, una argucia. Lo que sea una argucia no incumbe a esta materia, pero sí su objetivo. Queridos alumni: si os habéis devanado los sesos en busca de lo que más probablemente podía tratar como inicio del curso, habréis comprendido que todo, absolutamente todo, se puede ver bajo la óptica de la revolución. La Agricultura era un ejemplo de ello. Además, a las Revoluciones les gusta transformar de modo que la arquitectura se convierte en arquitectura revolucionaria, como la música, los discursos, la filosofía... Lo que queráis. La propia Vanesa podría ser un símbolo de la revolución y, naturalmente, esa bonita foto del ratón de un ordenador.

-La Revolución, hijitos, es algo que tiene que ver con vuestra percepción y con vuestra atención. Para demostrarlo, escuchad con atención estos versos de Julio González, Luz Azul, de 1991:

Arde ya la yedra,
la moral, claro mal.
No deseo yo ese don,
la tomo como tal.
No traces en ese cartón
la ruta natural.